Al sentarse a escribir una novela, una de las primeras necesidades es trabajar en los personajes, el alma y motor de cualquier historia. Los personajes bien desarrollados pueden hacer que una narrativa cobre vida, permitiendo que los lectores se conecten emocionalmente con la trama. Pero, ¿cuántos tipos de personajes existen?
Según el escritor británico E.M. Forster, existen dos grandes grupos de personajes.
Personajes Redondos
Los personajes redondos son típicamente los protagonistas, aquellos que experimentan cambios y evoluciones a lo largo de la historia. Los rasgos habituales de los personajes redondos incluyen:
- Capacidad de sorprender: Su comportamiento y decisiones pueden ser inesperados, aunque coherentes con su personalidad y trasfondo.
- Complejidad: Poseen una mezcla de virtudes y defectos, motivaciones profundas y conflictos internos.
- Parecido con los seres humanos: Reflejan la diversidad y riqueza de la experiencia humana, haciendo que los lectores se identifiquen con ellos.
Personajes Planos
Los personajes planos son normalmente secundarios, con comportamientos predecibles. Los rasgos principales de los personajes planos son:
- Construidos alrededor de una idea estereotipada: Representan un solo rasgo o característica.
- No evolucionan ni funcionan por sí mismos: Permanecen inalterados a lo largo de la historia.
- Al servicio de la historia: Su principal función es apoyar la narrativa y los personajes principales.
¿Todas las historias tienen que tener ambos tipos de personajes?
No necesariamente. Por ejemplo, los relatos cortos, debido a su breve extensión, suelen utilizar solo personajes planos para mantener la simplicidad y el enfoque en la trama. De manera similar, muchas novelas de aventuras, policíacas, de ciencia ficción o infantiles pueden preferir personajes planos para centrarse en la acción y el ritmo de la historia en lugar del desarrollo de personajes.
¿Cómo elegir qué tipo de personaje utilizar?
La elección entre personajes redondos y planos depende del propósito de tu historia y la profundidad que deseas alcanzar. Si tu objetivo es explorar el crecimiento y las emociones humanas, los personajes redondos serán esenciales. Por otro lado, si tu historia se centra en la trama y el ritmo, los personajes planos pueden ser más adecuados.
Conclusión
Tanto los personajes redondos como los planos tienen su lugar en la literatura. La clave está en usarlos de manera efectiva para contar tu historia de la mejor manera posible.
¿Cuáles de estos tipos de personajes te suelen gustar más? ¡Comparte algún ejemplo de tus libros preferidos en los comentarios!